Por facilitar el sometimiento de los agricultores y las agricultoras a corporaciones trasnacionales, amenazar la biodiversidad e impedir el integral cumplimiento del Derecho a la Alimentación, organizaciones ambientalistas y campesinas guatemaltecas rechazaron la pasada semana la reglamentación de organismos transgénicos en ese país centroamericano.
Lo hicieron en una rueda de prensa donde detallaron que en agosto 2014 fue publicado en el Diario de Centro América el Acuerdo Gubernativo 207-2014 que establece la aprobación de la Política Nacional de Bioseguridad de los Organismos Vivos Modificados (OVM) 2013-2023. El pasado año, la administración de Otto Pérez Molina debió desactivar la ley que incorporaba los Derechos de Obtención Vegetal a la legislación guatemalteca ante el rechazo de los movimientos rurales y agroecológicos del país, quienes lo consideraban una amenaza frontal a las especies y variedades locales.
A la conferencia en que se explicó el nivel de riesgo incluido en la resolución, siguió una jornada de análisis en la que las organizaciones comenzaron la construcción de alternativas de protección de la biodiversidad y la economía campesina en base agroecológica.
Uno de los objetivos específicos de la Política Nacional de Biodiversidad, incluída en la resolución de agosto 2014, es crear el sistema nacional de seguridad en el uso de los organismos vivos modificados (OVM) (Transgénicos) y establecer directrices que definan el marco regulatorio para su desarrollo, uso, manejo, transporte, liberación al ambiente y movimiento transfronterizo
La Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (REDSAG), que engloba a las organizaciones que se oponen a esta reglamentación, considera que el cultivo, la comercialización y uso directo de los transgénicos como alimento humano o animal, constituye una violación a los derechos humanos de la población y reclama la declaración de Guatemala, territorio de origen de varias especies, como libre de transgénicos.
MAELA